Martes 8 de Octubre de 2013 suena el timbre de casa me asomo por la ventana y veo en la puerta de entrada a una furgoneta a los mandos de un Novato con cara de chiquillo con ganas de fiesta..
No es para menos. Tras los efusivos abrazos de rigor nos metemos en faena, que no es otra que cargar motos y trastos, mientras tanto esperamos a nuestro Don Trini que sube desde Alicante directamente con la moto, este "no te manies".
Llega Don Trini, más efusivos abrazos. Enganchamos remolque y cargamos su moto que es la última que nos faltaba. La de Tallafocs ya la teníamos y solo nos falta pasar a recogerlo.
Sobre las 9 de la mañana estamos en marcha con destino a Cáceres, luce un buén día y tenemos seis más por delante para hacer lo que más nos gusta, viajar por sitios nuevos en buena compañía "peganmos vacs per ahí" jeje.
En la furgo como se puede imaginar uno, se respira un ambiente de lo más festivo, el inicio de un viaje siempre es uno de esos momentos mágicos, aprovechamos estos momentos para el primer Harlem Shake del viaje. Lo del Harlem era una moda de esos años y que dió mucho juego en este viaje. A cuenta de la chorrada nos pudimos echar unas cuantas risas. (ver video para mas señas)
La opción final fue esta, ir en furgoneta hasta Cáceres, dejarla y comenzar ruta desde allí hasta Portugal con las motos, regresando al mismo punto.
Encontramos un lugar más o menos tranquilo donde aparcarla, bajamos motos y nos vestimos de romano, el remolque pudimos meterlo dentro de la furgo, con dificultad, pero entró, De este modo no habría problemas.
Entre unas cosas y otras salimos sobre las 5-6 de la tarde, no recuerdo muy bien, cogemos track nada más salir de Caceres y en apenas unos minutos nos metemos en las primeras zonas de dehesas y nos topamos con la primera de las "doscientas cincuenta mil y una puertas" que tuvimos que abrir y cerrar.
Al principio choca y resulta curioso el tema, jeje,,, que curioso, mira la gente pasa, la abre y luego la cierra, que bien, que chulo....... cuando vas para las 200 veces que te has parado, bajado de la moto, abierto y cerrado la dichosa cancela, te llega a tocar un poco la moral por no decir otra cosa..., pero es lo que toca.
Entre dehesas y dehesas vamos dejando atrás pueblos como Aliseda y San Vicente de Alcántara, donde empieza a oscurecer. Para cuando cruzamos la pequeña aldea de Pino de Valencia muy cerca ya de la frontera portuguesa ya es de noche cerrada.
A partir de aquí tomaríamos las pistas que cruzan a Portugal por la Sierra de Sao Mamede y que nos llevarian hasta una carretera ya cerca de Portalegre, donde teníamos previsto hacer noche.
El track es el track, y el track decía que había que ir por allí y eso hicimos, cruzar Portoalegre de oeste al centro por dirección prohibida hasta el hotel, "amos bien xaxos".
Bueno, el hotel, era un hostal, que teníamos reservado. Dejamos trastos y nos dimos una buena cena tras una visita turística nocturna por Portoalegre.
El dia comenzó como acabo el anterior, abriendo y cerrando cercas. Cruzamos todo el Alentejo de oeste a este sin pisar asfalto, hay muchas opciones para no hacerlo.
Menos mal que de vez en cuando pasan cosas, así de paso, paramos si eso.
En general se puede cruzar todo el Alentejo sin problemas, de vez en cuando algún tramo se complica pero la verdad es que resultó bastante facilona la ruta.
Parada en Ponte de Sor para comer, Harlem Shake y resolver algún problemilla que otro y a seguir con destino a Lisboa.
Lo de meterse en Lisboa fue una de esas gilipolleces de las que luego te arrepientes, la que liamos.
Empezó mal y acabo mal, y además nos picó una buena en forma de denuncia.
Hicimos la entrada triunfal por Vila Franca de Xira, nada mas cruzar el Tajo por su puente metálico y después de dos días en plan campero sin pisar casi civilización, nos creímos que todo el monte era orégano. El caso es que acabamos metidos en el peaje de una autopista.
Miraditas y decisiones, coño hacemos en una autopista.
Ala va, tira, vámonos de aquí,
El Novato se vuelve, y servidora detrás, los otros dos se entretienen un poco. Claro, lo de volverse tenia un pequeño matiz sin importancia, era en sentido contrario, el tramo era cortito, pero en sentido contrario a la circulación.
Pasó el Novato, pero poco mas, tal cual estoy metido en el lió, suena una puñetera sirena,... ostias, la poli, el Novato sale por patas (nos lo encontraríamos después a unos cuantos kilómetros de allí descojonao de risa), los dos de atrás todavía no estaban en el ajo y se escapan, pero aquí al que suscribe lo empluman con todas las de la ley, 500 lereles de na, eso si, facilidades para pagar todas, TPV of course, la credit card please.
A pesar de los intentos, en un inesperado portugués, del amigo Tallafocs de convencerlos de que aquello no era lo que parecía, no los convencemos, la cosa era muy grave según ellos, ... exagerados los polis portugueses cony.
La verdad es que de lo de después casi ni me acuerdo pero se que tuvimos algún problema mecánico y la travesía de Lisboa se fue alargando hasta convertirse en todo menos algo divertido.
Para mas inri, cuando conseguimos enfilar la ruta, acabamos metidos en un atasco de los de salir en las noticias, el centro de Lisboa estaba totalmente colapsado, para cuando conseguimos llegar al fotogénico puente del 25 de Abril que une las dos partes de la bahía, estábamos para todo menos para fotos. Además lo hicimos ya oscureciendo, cansados y con ganas de bajarnos de la puñetera moto y tomarnos un par de cervezas.
Decidimos llegar hasta Setubal, no andábamos con ganas de cocinar nada, así que optamos por sentarnos en una plácida terraza junto al puerto y cenar en condiciones, joer, nos lo habíamos ganado.
Después de cenar nos fuimos a buscar algún sitio para dormir, sabíamos que había una playa allí cerca por que la habíamos intuido un par de kilómetros antes de Setubal, así que allí plantamos tiendas ya noche cerrada.
El lugar resultó ser idílico, la preciosa playa de Albarquel, desierta en estas fechas.
Desayuno y preparativos mañaneros.
Tras la rutina de desayunar, Harlem Shake y volver a organizar los trastos encima de la moto, salimos hacia Setubal de nuevo con idea de coger el Ferry que cruza el estuario hacia la Península de Troia.
Es una corta y relajante travesía hacia Troia, donde puedes comenzar a intuir lo que nos esperaba, arena, mucha arena de la que nos gusta tanto.
Tras bajar del ferry y circular un par de kilómetros por la carretera, decidimos que es hora de meterse en harina.
Lo peor son los primeros tramos, las zonas mas anchas, donde las roderas pueden llegar a ser de buen tamaño, complicando mucho las cosas, una vez cogimos los senderos paralelos a la costa, mejoraba mucho la cosa.
Pero el disfrute acabó relativamente pronto, a la moto del Novato, la XR, le dio por empezar a escupir aceite, y no pintaba nada bien.
El caso es que tocó retirada y volver a la carretera de nuevo para intentar ver que pasaba. Me falla la memoria, pero era una especia de junta tórica de goma que falló y hacia que brotara el aceite de una manera preocupante, ....... llamadas a la asistencia y a esperar, por que no veíamos la manera de solucionarlo.
El caso es que se nos ocurrió llamar a nuestro mecánico preferido, y ...... bingo, el muy jodio casi sin decirle nada nos lo adivinó ...".. esa junta es esta , y se jode en todas las XR...",,, jajajaja.., pues si, eso era, el caso es que comenzamos a buscar telefonos de concesionarios Honda por la zona a ver si había suerte y podíamos encontrar el repuesto.
No hubo suerte, aun con el portugués del que hizo gala nuestro Tallafocs, nada.
Al final, no se que cojones hicimos, pero creo que hubo una manera de volverla a colocar "nosecomo" y que aquello aguantara.
El incidente se saldó con un par de horas de retraso y quedarnos con las ganas de arena.
Seguimos ruta por los arrozales de Comporta, un bonito paseo con las bandas de grullas sobrevolando nuestras cabezas.
Tras el camino de los arrozales saldríamos de nuevo a la carretera, que seguimos durante un buen tramo, sin meternos en líos con idea de adelantar tiempo, ......hasta que senos hinchó la vena y nos tiramos para la costa a buscar arena otra vez.
Y vaya si encontramos arena, arena por todas partes, pistas, senderos, y mas pistas entre pinos llenos de arena, arena por todas partes, arena para aburrir.
Hasta que acabamos al borde de un cortado con unas vistas espectaculares de la inmensa linea de playa de 60 kilómetros que va desde la Península de Troia hasta Sines.
Novato ¿que estas pensando?
Pues si, justo eso que se puede uno imaginar. Nos dejamos caer por la falda del acantilado arenoso, hasta la playa sin opción posible de regreso, ya que mas que bajar, lo que hicimos fue rular cuesta abajo de lo empinado que estaba aquello, una vez en la playa te entra el cague.
Aquello no era la arena compacta y lisa de Playa Blanca en Marruecos, que es lo primero que se le viene a uno a la cabeza, aquello es una arena con mucha mala leche, una especie de gravilla muy fina y pastosa que a la mínima te deja la moto clavada.
Pero no había más puñetas que tirar para adelante. Poco a poco le vamos pillando el tino y pasamos del acojone a la euforia.
Of course, la cosa no podía acabar de otro modo, aunque estamos en octubre, hace calor y apetece un montón darse un baño, y en eso acabamos, tras encontrar un lugar por donde salir mas o menos honrosamente de aquella playa.
Bañito, Harlem Shake porno, y vuelta al lío.
Ahora con destino a Sines donde llegamos sobre las 4 de la tarde, con mas hambre que el perro del afilaor.
A partir de Sines comienza uno de los tramos mas espectaculares y divertidos del viaje, las pistas costeras y arenosas en muchos casos, hacia Vilanova de Mil Fontes y Cabo Sardao.
Nos cogió la noche para variar y decidimos acabar el dia en Zambujeira do Mar, un bonito pueblo costero turístico con unos cuantos restaurantes con terraza que nos convencieron enseguida de no guisar esa noche tampoco.
Tras la cena nos bajamos a la pequeña playa que hay junto al pueblo para montar campamento y pasar la noche.
La mañana amaneció, húmeda, muy húmeda, no llovió, pero había una niebla espesa que dejó todo calado, a las dos TTr, la humedad no pareció sentarles muy bien y comenzamos el día con problemas, la de Don Trini con el mouse reventado que había que cambiar y la mía diciendo que no arrancaba.
A mi TTr, hubo que remolcarla para poder sacarla de la playa, gentileza del Novato.
Montamos un campamento de crisis junto a la playa a ver como salíamos de aquella. Con el mouse reventado de la Trini ya tuvimos una mala experiencia en Marruecos y hoy pintaba igual, tiene muy mala leche el dichoso mouse cuando dice "basta".
Mi moto continuaba sin arrancar, a pesar del cambio de bujía y de intentarlo con unos cables de batería que llevábamos. Así que optamos por llamar a un taller que encontramos en San Teotonio, era servicio oficial Yamaha además.
Vinieron a por nosotros en una camioneta y hacia San Teotonio que nos fuimos.
Una vez en el taller hubo que tomárselo con calma ya que tenían mucho trabajo y lo primero era lo primero, así que hubo que esperar unas horas hasta después de comer para que nos pudieran ayudar.
Aprovechamos para comer y ver pasar a la gente del pueblo, no había mas cosa que hacer.
Lo malo es que para cuando se solucionó todo y pudimos arrear era sobre las 5 de la tarde y llevábamos la friolera de 0 km recorridos de la ruta prevista del día.
Así que tocó espabilar y salir pitando por carretera esta vez, hasta Odeceixe, para una vez allí retomar el track, que esta vez discurría por el interior lejos ya de la linea de costa que recorrimos el dia anterior.
En Carrapateira, volvimos a dejar el track para coger una carretera secundaria e intentar adelantar, ya que se hacia tarde y la idea era llegar al Cabo San Vicente todavía de día y decidir allí que hacíamos.
De todos modos, una vez vimos que podíamos llegar de día sin problema, todavía nos meteríamos en algún "embolao" por una zona de pistas arenosas antes de llegar al Cabo.
Llegar al Cabo San Vicente se convirtió en todo un acontecimiento después de todo lo pasado, de tantas complicaciones, problemas y retrasos, nos lo tomamos con calma y pasamos un buen rato, uno de esos momento especiales que se dan en todo viaje.
Dejaremos que las fotos hablen por si solas... .ale.
Tras lo idílico del momento, llego la cruda realidad, era de noche y estábamos a tomar por culo del objetivo de ese día, eso en cristiano quería decir que una de dos o nos pegábamos un buen tute de kilómetros o aquello no lo salvaba ni el tato.
Nos quedaba solo un día para llegar hasta Caceres, asi a bote pronto sobre unos 600 km si fuéramos por carretera, unos pocos mas si seguíamos el track por pistas, asi que el panorama no era muy halagüeño que digamos.
La opción uno era plantar tienda allí mismo, madrugar y darnos la paliza al día siguiente de esos 600 o mas kilómetros.
La opción dos, que a la postre seria la buena, salir por patas de allí y hacer una nocturna de las de antes. Así que nos abrigamos y nos preparamos para darnos un buen tute de "moto la nuit", eso si, por carretera, no era plan de pistear tal cual estaban las cosas.
Recorrimos todo el turístico Algarve portugués, Sagres, Luz, Lagos, Sao Sebastiao, Portimao, Lagoa, Albuferia.... fueron pasando por delante de nuestras narices sin ver ni papa.
El destino seria Beja, y una vez allí ya decidiríamos que hacer. Hicimos una parada para cenar por el camino entorno a las 10 de la noche, en un restaurante, que mas bien parecía una beneficencia, pero cenamos bien, abundante y barato.
Llegamos a Beja, tarde, muy tarde, no recuedo que horas serian, y decidimos seguir por la N-260 hacia Serpa, que de paso nos acercaba hacia el track para retomarlo al día siguiente.
En el primer descampado que vimos nos colamos y montamos campamento.
Cansados.
Alguno todavía tendría sus más y sus menos para montar la tienda en aquel secarral, duro como un demonio, a estas alturas del día, la solidaridad brillaba por su ausencia y alguno casi duerme al raso...jajajajaja.
Amaneció un día plomizo y gris en medio de la nada, en un lugar sin ningún encanto ni nada que se le pareciera, pero era lo que había, así que nadie se quejó de nada jajaja.
Almuerzo, Harlem Shake, descojone y arreando que nos quedaba un día y mucho por hacer.
Poco después de Serpa retomamos el track previsto, y pudimos volver a disfrutar de nuestra ansiada tierra, ... que duros se hacen los kilómetros en asfalto con estos trastos.
Llegamos hasta Mourao y decidimos cortar con el track que seguia hacia el norte por tierras lusas y seguir hacia rumbo este, hasta Villanueva del Fresno ya en tierras hispanicas, de ahi carretera hasta Olivenza.
Olivenza fue un alto en el camino del que nos costo despedirnos, joer, que ambiente de tapeo había por allí, nos liamos y bien liados.
Acabamos montando un Harlem Shake en medio de la calle con algunos y algunas agregados que también andaban de fiesta por alli.
Otro rato de esos buenos, buenos, muchas risas y un pelín de alcohol más del debido hicieron el milagro.
Otra vez la puta realidad nos puso en el sitio, era tarde y teníamos que llegar a Caceres todavía, paliza dios mio.
Aun así, aun pudimos disfrutar de algunas pistas camino de Badajoz, hasta que la noche se nos echo encima y tocó pasarse al odiado asfalto para seguir ruta a destino.
En Caceres buena cena y pocas ganas mas de fiesta nos quedaron esa noche, garbeo, gintonic y a dormir, poco mas.
Mañana volviamos a casa.
Pues esto es todo lo que dió de si, o al menos lo que recuerdo casi tres años despues. En dos meses estamos alli de nuevo, quedó mucho por hacer y las faenas hay que rematarlas. ;-)
Saludos desde la Ci.